viernes, 10 de julio de 2015

Tips para el cuido de tu vision

Protege tus ojos cuando entres a la piscina (alberca)

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6 tips para evitar las molestias

Un refrescante baño en la piscina (alberca) puede venirte como anillo al dedo para refrescar el calor y renovar las energías, pero si no tomas las precauciones debidas puede dejarte con una desagradable irritación en los ojos o hasta provocarte una infección. Toma medidas para que no te suceda.
Si nadas con regularidad, ya sea en tu piscina (alberca) privada o en la pública, con seguridad te aplicas un protector solar para evitar las quemaduras de sol. Pero, ¿te acuerdas alguna vez de que tus ojos igualmente necesitan protección mientras te refrescas en el agua tratada?
Para que puedas bañarte con seguridad y evitar infecciones, el agua de las piscinas (albercas) se trata con cloro y otras sustancias químicas. Todas estas sustancias cumplen su función al eliminar bacterias, algas y otras impurezas, pero pueden causar irritación en los ojos (conocida comoconjuntivitis química) y hasta provocar que los nadadores sean más propensos a desarrollar infecciones en los ojos, según indica un comunicado del Meadowlands Hospital Medical Center, en Nueva Jersey, Estados Unidos.
¿Habías pensado que un baño en la piscina podría provocar todo esto? Debes tenerlo en cuenta sobre todo en la temporada de calor, en la que niños y los adultos se refrescan en aguas tratadas, realizan ejercicios en el agua o practican la natación. Estos son algunos de los efectos secundarios que podrían presentarse:
  • Cuando el agua de la piscina entra en contacto con los ojos elimina las lágrimas naturales que los lubrican. ¿El resultado? Ojos resecos e irritados.
  • El contacto con el cloro y los químicos puede ocasionar la irritación y la inflamación de la conjuntiva (conjuntivitis química). Se reconoce por los ojos rojos, irritados, con la sensación de tenerlos llenos de “arena”, así como visión borrosa. Otros síntomas comunes son la inflamación de los párpados y la sensibilidad a la luz, y pueden afectar a un solo ojo o a ambos.
  • Aunque el agua de la piscina esté bien tratada, el cloro y los químicos no siempre pueden eliminar todas las bacterias contaminantes en ella, por lo que muchas veces puede producirse una infección en el ojo de tipo bacteriano.   Esta se identifica por la secreción de uno o de ambos ojos, picazón, ardor, dolor intenso y visión distorsionada o borrosa.
  • Además, el cloro puede irritar la córnea, resecando los ojos y enturbiando la visión.

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